En la línea de cuestionar el éxito de público que pueda tener la adaptación de Watchmen, y con más tino que los 10 puntos de Will America watch Watchmen?, el pasado día 9 apareció publicado en el blog de Empire un artículo firmado por Dan Goodswen y titulado Who will watch the Watchmen (los juegos de palabras de este estilo ya se están gastando) que el miembro de nuestro foro Ozimandias ha tenido la gentileza de traducir de forma íntegra. El original (inglés), aquí.
Habiendo visto el trailer de la adaptación de 80 millones de dólares de Warner Brothers de Wathcmen en un cine repleto, la excitación era palpable. Más que nada, me dejó preguntándome si iba a ser una producción cerrada al público general, para el disfrute de los bien informados y fanboys, destinada a no ser más que un gran trailer. ¿Conectará con las masas, como la igualmente oscura 300 hizo el año pasado? ¿Podrá salir del círculo de los fanboys, la maldición de películas como V de Vendetta y Una Historia de Violencia? Lo admito, la pregunta me deja inquieto.
DC cómics, editora de Watchmen, vendió 100.000 copias de la novela gráfica en 2007.
En Julio, El Caballero Oscuro llegó a los teatros de todo el mundo acompañado de un trailer de tres minutos de la adaptación al cine de Watchmen.
Menos de una semana después, DC comics encargó una tirada adicional de 300.000 copias del libro.
Desde entonces la cifra a ascendido a 900.000.
El trailer, con sus impresionantes imágenes y oscura banda Sonora (un perfecto remix de The End is the Beginning is the End) dejó a las audiencias sin respiración, preguntándose, casi al unísono, una pregunta:
¿Qué demonios era eso?
Ahí radica el problema para el departamento de marketing de Warner. Con lo genial que el trailer era, se basaba solamente en dos premisas: una, el film es de “el visionario director de 300”, Zach Snyder, y dos, sea lo que sea Watchmen, es una historia épica de acción en la línea de 300 y el Caballero Oscuro (la asociación fue implantada en la mente del espectador casual debido a la inclusión del trailer antes de dicha película).
Respecto al primer punto, no me queda duda de que Snyder es visionario. Ha tomado una propiedad que muchos, incluido el gran Terry Gilliam, consideró infilmable. Las imágenes son impresionantes y la fidelidad al material original es casi incredible. Varios blogs han colgado comparaciones entre el trailer y las viñetas de la novela gráfica, plano a plano. El cuidado con que Snyder se ha aproximado a cada parte del film ha calmado cada duda, silenciando al más cínico crítico. El trailer es una reivindicación de la creencia de Snyder en su habilidad para traer el film a pantalla, en su laboriosa, casi anal aproximación a todo desde el casting al diseño de escenarios, del vestuario al guión y montaje. Merece el adjetivo “visionario” y todo lo que ello implica.
Esto, de todos modos, me lleva al segundo punto. Watchmen no es una historia épica de acción en la línea de 300 o el Caballero Oscuro. Watchmen es, en su mayor parte, una novela gráfica en la que los personajes hacen poco más que estar en habitaciones hablando unos con otros. No es un ataque a Alan Moore, escritor de Watchmen, todo lo contrario, pero el hecho es que el trailer puede llevarte a creer que los personajes están demasiado ocupados pateando culos para conversar. Es genial, vale, pero poco hace por representar el contenido de la novela gráfica o el contexto de las imágenes del trailer.
La novella gráfica era única cuando fue publicada, por el hecho de que no se apoya en bocadillos de pensamiento para describir al lector lo que el personaje piensa o siente. Dave Gibbons usa expresiones faciales para mostrar el estado de ánimo, y su trabajo está a la altura; combina esto con los increíblemente agudos diálogos de Alan Moore, y tienes una novela gráfica que rompe con los convencionalismos de la narrativa gráfica, siendo pionera de un estilo más adulto, más maduro, más respetable. Contiene viñeta tras viñeta de silencio, y en otros momentos viñeta tras viñeta de algunos de los diálogos mejor escritos que podrás leer. La profundidad de la imaginería intertextual insertada por Moore es tal, que tras varias lecturas de la obra sigo encontrando nuevas formas de maravillarme de la genialidad de este trabajo. El producto final es una de las mejores novelas de todos los tiempos, gráficas o de cualquier otro tipo.
Parecería entonces que Warner ha usado la vieja táctica de Tentar y Cambiar, una infame técnica de marketing usada cuando los estudios no tienen idea de cómo atraer espectadores. Funciona tal como suena: las audiencias son tentadas por un trailer que hace parecer una cosa a la película, y se les abandona desconcertados ante la auténtica naturaleza del film que es revelada en el cine, como si la peli que querían ver hubiera sido cambiada por otra. Jairhead, El Laberinto del Fauno y el Puente a Terabithia son ejemplos de películas con trailers engañosos. En cada caso, hubo polémica con espectadores que sentían que no habían visto la película que habían pagado por ver. Tras ver el trailer orientado a la acción de Watchmen, parece que Warner intenta hacer lo mismo.
La película, distribuida en el Reino Unido por Paramount, se estrena el próximo marzo. Queda por ver si el público general irá a verla por el impresionante trailer y se verá decepcionado por la falta de acción prometida. O sí, esperemos, las audiencias aceptarán el film por lo que es: un riguroso estudio sobre los humanos tras la máscara. Después de todo, Watchmen no es una historia de héroes. Es una historia sobre gente real que se ponen disfraces para combatir el crimen. Es una historia sobre volverse viejo, sobre mantener la relevancia en un mundo que ha cambiado, sobre sentirse necesitado cuando nadie pide ayuda.
El trabajo de promocionar 300 fue similar. Una novela gráfica de género con una audiencia relativamente pequeña, una historia poco familiar para las masas, y un reparto sin estrellas conocidas. Pero 300 no era más que lo que pretendía ser, y su éxito en taquilla muestra la fuerza de la campaña: los espectadores obtuvieron aquello que habían pagado por ver y lo agradecieron. 300 no provocó la expectación que pesa sobre Watchmen, ni tampoco su presupuesto.
Según se acerca el estreno en marzo 2009, Warner irá ampliando los niveles de publicidad de Watchmen, y tendrá que decidir cómo enfocar la percepción pública del film. SI deciden usar el Tentar y Cambiar, pueden encontrarse con muchas críticas y sufrir las consecuencias en taquilla. Si se centran en el aspecto humano de la historia, no serán criticados por ello, pero el riesgo es grande. Quieren otro 300, otro Caballero Oscuro. Lo que tienen es una película con el potencial de igualarlos si lo hacen bien, si conectan con la audiencia. Por el momento, jefes de estudio nerviosos y encargados de marketing deben estar comiéndose las uñas.
¿Será Watchmen el éxito que merece ser?
¿O se convertirá en una forma muy cara de vender más novelas gráficas?
En lo que a mí respecta, podría haberos dado mi respuesta hace dos años cuando el proyecto fue anunciado. Estaré allí, con mi corazón saliéndose de mi boca, con la expectación de saber lo que voy a ver, anticipando cómo se le ha dado vida a mi novela gráfica favorita.
Los fanboys, por supuesto, estarán ahí conmigo.
¿Y el resto del mundo?
No lo sé
¿Quién verá a los vigilantes?
Comenta ésta y otras noticias sobre Watchmen en nuestro foro
0 comentarios:
Publicar un comentario